Con la creación del SINEACE – Sistema Nacional de Evaluación,
Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa (Ley 28740), cuyo objetivo
es garantizar a la sociedad que las Instituciones educativas públicas y
privadas ofrezcan un servicio de calidad.
En tal sentido, se viene implementando y
desarrollando, de modo sistemático, procesos de evaluación de tres ámbitos:
enseñanza, investigación y los servicios.
El
concepto de calidad aplicado a las instituciones de educación superior es el
término de referencia que permite comparar una institución o a una determinada
especialidad, con sus pares o en torno a un patrón real o utópico
predeterminado, cuyo componente o dimensiones pueden ser la relevancia, la
integridad, la efectividad, la disponibilidad de recursos humanos, materiales y
de información, la eficiencia, la eficacia y la gestión de los procesos
académicos y administrativos.
Moscoso
y Martínez del Valle (2008) indican que “la
calidad en la educación superior significa la eficacia de todo lo que se hace
para asegurar que los estudiantes puedan obtener el máximo beneficio de las
oportunidades de educación que se les ofrece” 1/
El artículo 13° de la Ley General de
Educación Nº 28044 define la calidad de la educación de la siguiente manera:
“Es el nivel óptimo de formación que deben alcanzar las personas para enfrentar
los retos del desarrollo humano, ejercer su ciudadanía y continuar aprendiendo
durante toda la vida”.
Por
tanto, para cumplir con sus objetivos SINEACE cuenta con órganos operadores
para atender los diferentes niveles
educativos. Para medir la Calidad de la Educación Superior No Universitaria es a través del CONEACES, la
calidad de la educación universitaria es a través del CONEAU y la calidad de la
educación básica, incluyendo CETPROs es el IPEBA.
En tanto, las
Instituciones comprendidas en los diferentes niveles educativos, requieren asegurar niveles elementales de
calidad de los servicios que prestan, entre ellos los servicios bibliotecarios;
considerando que las bibliotecas son un parámetro más a ser evaluado en el
proceso de acreditación.
Todo
proceso de acreditación lleva fases previas, como la autoevaluación, la
evaluación. Para este proceso se
requiere contar con criterios mínimos, indicadores y estándares.
Un Estándar es un nivel o referencia de
calidad predeterminada por alguna agencia, organismo acreditador o institución
rectora. Los estándares de calidad o de
excelencia sobre instituciones o programas de educación superior son
establecidos previamente y, de forma general, por una agencia de acreditación.
Implica un conjunto de requisitos y condiciones que la institución debe cumplir
para ser acreditada por esa agencia. Suele requerir además que la institución
tenga establecidos sistemas de control de calidad propios.
La evaluación es el proceso por el cual se
determina el grado de cumplimiento de los objetivos propuestos, teniendo en
cuenta los recursos utilizados, las actividades realizadas y los resultados
obtenidos. Por tanto, las bibliotecas como tal son susceptibles de ser
evaluadas. Los resultados de está
evaluación permitirán mejorar continuamente la eficacia del sistema de gestión de
calidad en tres áreas: Estructura organizacional, Recursos educativos
(colección en formato papel o digital) y los Servicios.
Si una Institución de
educación superior busca la acreditación Institucional con el propósito de
hacer de reconocimiento público el logro de haber conseguido altos niveles de
calidad, en lo cual la biblioteca asume un rol importante en el proceso,
elevando significativamente su nivel de competencias.
Por tanto, Las bibliotecas como recursos para el
aprendizaje y la investigación, están inmersas en un entorno globalizado, por
lo cual se requiere cambios radicales que hacen necesario que éstas sean
incorporadas en el PER y en el PEI de cada institución educativa; ya que las
actividades que las bibliotecas realizan son transversales a la programación
curricular.
Los lineamientos de
política establecidos en un Proyecto Educativo Regional, que “Garantiza que los niños, jóvenes y adultos
desarrollen capacidades de lectoescritura, producción de textos y expresión oral”,
se hace necesario que para el desarrollo de estas capacidades, se requiera
contar con una biblioteca dinámica que apoye la labor docente de aula;
usando la biblioteca como laboratorio de
comunicación integral.
En conclusión, que
las ventajas del uso de estándares proporcionan confianza tanto a la Institución
educativa como a sus alumnos, dada la capacidad de acompañamiento y complementación de las labores educativas,
proporcionando servicios que satisfagan la necesidad de información. Asimismo, mejora el posicionamiento de la
biblioteca y por ende de la Institución educativa, al impulsar los procesos
académicos de docencia e investigación.
1/ Moscoso, Purificación, Martínez del Valle, Carmen
(2008). Análisis comparado de los procesos de evaluación de bibliotecas
universitarias españolas. En : Documentación de las Ciencias de la Información,
Vol.31, p.155-178. Disponible en: http://revistas.ucm.es/inf/02104210/articulos/DCIN0909110155A.PDF
Consultado: septiembre, 2012.
Documento elaborado para la Mesa de trabajo en la DRESM (Moyobamba - Perú)
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