viernes, 15 de marzo de 2013

HACIA UN NUEVO MODELO DE EDUCACIÓN

                                                                                              Escribe: Alejandro Narváez Liceras
                                                                                                           Rector de la UNAMBA

La educación debe ser uno de los principales pilares de todo Gobierno con visión de futuro; en las sociedades modernas y avanzadas, el conocimiento es el elemento que determina las posibilidades de progreso de sus ciudadanos y sus capacidades de éxito.

En nuestro país, la situación ha estado marcada por un comportamiento político ajeno a lo señalado, la realidad educativa no sólo estuvo lejos de ser prioridad, sino se caracterizó por la vigencia de un modelo tradicional, que no ha preparado a nuestros jóvenes para los desafíos del siglo XXI.

Veamos algunos datos de la Región Apurímac: según el informe de la DREA (2012), cerca del 30% de la población total, forma parte el universo de estudiantes.  De ellos,  el 95% corresponde a estudiantes de Educación  Básica Regular (cunas, programas sociales, jardines, primaria y secundaria). Las cifras de UNICEF (2009),  revelan que el 80% de los niños de Apurímac viven en condiciones de pobreza, en zonas rurales y cuya lengua materna es el quechua, la cual les dificultan terminar la educación primaria y secundaria en la edad esperada.

En la Evaluación Censal de Estudiantes (2011) del segundo grado de primaria, el 88% de alumnos no alcanzó el nivel  de aprendizaje deseado en comprensión lectora; y en matemáticas, el 95% de alumnos está por debajo del nivel de aprendizaje  que le corresponde. A este hecho se añade que un 40% de niños de 6 a 11 años, no asiste a la educación primaria  en el grado que le corresponde.

En definitiva, el modelo actual ha llevado a que Apurímac  (y otras regiones del país: Huancavelica, Huánuco, Ayacucho, Puno) tenga un sistema educativo de escasa calidad,  excluyente,  carente de compromiso con la educación bilingüe e intercultural,  y que no prepara a los estudiantes para afrontar los retos  de la sociedad del conocimiento. Una deficiente formación dificulta el desarrollo personal, la igualdad de oportunidades y la movilidad social. El dato de un 63% de pobres en la Región es, en parte, consecuencia de esta realidad y muestra la urgencia de impulsar reformas profundas en el sistema educativo.

La mejora de la educación en Apurímac, exige políticas bien diseñadas y acordes a su realidad. Por esta razón, las medidas que se adopten deben estar dirigidas a garantizar una mayor exigencia académica, el reconocimiento del esfuerzo y el mérito. Sólo un sistema educativo de calidad permitirá la igualdad real de oportunidades para que cada alumno alcance el máximo de sus potencialidades, y se oriente hacia la educación superior universitaria. 

Finalmente, un elemento importante que ayuda a garantizar un sistema educativo de calidad es el profesorado, cuyo prestigio y autoridad se han visto disminuidos desde tiempo atrás. Además, la adecuación a las nuevas realidades obliga a mejorar su selección y proceso formativo como un modo de acceso a la carrera magisterial que subraye su carácter de  servidor público.


                                          Rector de la UNAMBA  informó gestión de cien días  
                                                       Foto Diario Chaski 12-03-13
                                             

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